sábado, 6 de junio de 2009

¿Cómo ayudar a los hijos en la transición de la niñez a la adolescencia?



En la hermosa tarea de criar a los hijos, los padres deben conocer bien que las diversas etapas del desarrollo infantil tiene objetivos y tarea específicas. Mientras para los bebes es comer, dormir y explorar su mundo, para los adolescentes es desarrollar su propia identidad dentro del grupo de amigos.

En la etapa de adolescencia, el joven percibe la necesidad de mayor independencia. En el proceso de ir alcanzando esta necesidad, algunos logran la transición sin problemas, pero en otros esta experiencia puede causarle tristeza y algunas dificultades al relacionarse con sus padres. Algunos aspectos de esta transición son normales y aunque causan mucha tensión, no deben de ser causa de alarma para los padres.Ante ello, es importante que los papás se preparen para esta etapa esencial para el hijo y al mismo tiempo lo ayuden para que realice una transición sin inconvenientes y un mayor éxito en el logro de las tareas del desarrollo hacia la adolescencia; a continuación se brindan los siguientes consejos:

1)Brindar un ambiente seguro y amoroso en el hogar.


2)Crear una clima de honradez, confianza y respeto mutuo.


3)Permitirle al adolescente la independencia apropiada para su edad.

4)Llevar una relación con el niño que le permita confiar en los padres cuando

5)tenga preocupaciones o problemas.


6)Educarlo en la responsabilidad básica para con sus objetos personales.


7)Enseñarle la responsabilidad básica de ayudar en la casa.


8)Enseñarle la importancia de aceptar límites.


Entre los aspectos más importantes de la relación entre los padre e hijos está la apertura libre del niño para con sus padres acerca, que lo lleve a compartir sus alegrías o problemas. Para llegar a esto es esencial la constancia, paciencia y comprensión, puesto que esta relación se desarrolla gradualmente, en la medida que se le dedique tiempo al niño. Es importante aprovechar las oportunidades para estar con los hijos durante las comidas, contándole cuentos, leyéndoles, jugando con ellos, durante excursiones, vacaciones y celebraciones.
Especial atención hay que dar al hijo en los momentos difíciles o tristes. De esta manera, se crea una base de confianza que le permite al niño

El diálogo en torno a la sexualidad y los adolescentes

Nota: este artículo está dirigido en primera instancia para docentes. También pensamos en que los docentes son padres y es un escrito también para padres. Finalmente es para adolescentes, alumnos de los primeros e hijos de los segundos)

El diálogo en el hogar es elemental para que los adolescentes (y los hijos de todas las edades) vayan descubriendo en forma tranquila y segura todos los "secretos" de la vida personal, muy especialmente los referidos a su sexualidad. Vale decir que es necesario y fundamental que ellos aprendan en el seno familiar el sentido de su cuerpo (reafirmando su identidad de hombres o mujeres), el significado de la convivencia, la alteridad y el amor. Además acceden así de una manera humana y personalizada a todos los conocimientos que tienen que ver con las etapas de la procreación y el valor que el amor tiene en la transmisión de la vida.
Lógicamente estos son conceptos que debemos transmitirle a los padres pero no podemos descuidar el lugar de los hijos, pues muchas veces ellos son los que se alejan. Más allá de las explicaciones acerca de esta conducta, lo cierto es que no podemos dejar de insistirles que la mejor manera de resolver sus inquietudes es con sus padres. De este modo estaremos haciendo una labor doble, que es la única que nos puede dar resultado: decirle tanto a padres como a hijos que se acerquen mutuamente y refuercen y hagan crecer de este modo el núcleo familiar. El impacto de este tipo de diálogos no es solamente un problema de convivencia, sino que además tiene connotaciones en todos los órdenes de la persona: un chico que descubre la sexualidad en sí mismo de la mano de las personas que desde su amor le dieron la vida tiene más posibilidades de crecer con un cuerpo sano, con un claro sentido de la intimidad, con una emotividad y afectividad a la altura de cada circunstancia y con un espíritu cada vez más abierto y receptivo al amor y sus múltiples manifestaciones.

En este marco es bueno manejar algunas pautas de cómo es más conveniente establecer este diálogo. La siguiente cita es un desarrollo evidentemente para padres, pero lógicamente el mensaje para los adolescentes es la exacta contraparte y complementación.
Aquí al alumno se le hace un juego complementario interesante. Según nos dice la experiencia, muchas de las ideas que adquirimos cuando somos más curiosos en un tema nos acompañan siempre. De este modo puede suceder que pasados muchos años y luego incluso de múltiples oportunidades de cambiar, corregir o mejorar nuestras ideas, seguimos pensando de la misma manera que entonces. Tal es el caso de muchas de las cosas que comentaremos con nuestros alumnos en torno a este tema (ni se diga la magnitud que tienen las expresiones de los padres sobre los hijos).

Aprovechando esto le hacemos un gran beneficio educativo. Los impulsamos a que comprendan que el diálogo padre-hijo es la herramienta que mejores resultados da en la educación. Los motivaremos a que acrecienten el diálogo, a la vez que podrán incorporar este valioso concepto para el momento en que, ya maduros y jefes de familia, lo utilicen
"Punto de vista del grupo"

"En la adolescencia vuelven a cobrar importancia los asuntos relacionados con el sexo. Con fuerte tono subjetivo debido al despertar de las fuerzas hasta entonces dormidas.
Contribuye a formarlos que Usted hable de estos temas, con sus hijos e hijas adolescentes. Además, es un medio eficaz para contrarrestar los estímulos erotizantes anormales que nos envuelven a jóvenes y adultos. Los padres tenemos que estar cerca de nuestros hijos para ayudarlos a consolidar sus conocimientos y a canalizar las emociones: afianzar la personalidad, su actitud con jóvenes del otro sexo, búsqueda de libertad e independencia, necesidad de amigos íntimos, diarios de vida, novelas sentimentales, etc.

1. Es oportuno que los jóvenes conozcan lo vinculado a características y fines de la sexualidad. Tienen que reconocer, comprender y dominar sus instintos sexuales con alegría y orgullo de la propia sexualidad y con amor a la virtud de la castidad. Hay que invitarlos a sublimar los instintos y a desechar lo fácil y permisivo para afianzar la personalidad y evitar la aparición de complejos y tensiones.

2. Se los debe ayudar en el estudio o trabajo y a adquirir costumbres y hobbies interesantes: lectura, periodismo, coleccionar, etc. En la adolescencia la adecuada educación física (gimnasia, atletismo y deportes) y la vida al aire libre (excursiones, campamentos) contribuyen a educar el carácter, templar la voluntad y dominar las pasiones.

3. En las conversaciones ponga Usted la mayor objetividad posible, sin apreciaciones subjetivas ni adjetivos calificativos.

4. En forma prudente converse sobre el tema de los amigos y amigas y la futura elección de novio o novia.

5. Cualquiera escena y episodio de la vida real es bueno para comentarlo entre todos (con intervención de los jóvenes) y sacar las conclusiones oportunas. La crítica en común de las películas cinematográficas es buena oportunidad.

6. Cuando Usted hable con sus hijos sobre temas vinculados a la cuestión sexual y genital, es positivo que lo haga en forma optimista, alegre y verídica.

7. A ambos sexos les interesan los temas generales como el trato con los jóvenes del mismo y otro sexo, las relaciones sexuales, la posibilidad de la castidad, la regulación natural de la paternidad, la homosexualidad, las enfermedades de transmisión genital, sobretodo el SIDA, las drogas, el problema de la prostitución, la masturbación, los anticonceptivos, el aborto, la fecundación artificial, los embarazos en madres sustitutas y temas ligados a estos puntos.

8. Los padres tienen que conversar francamente con sus hijos de estos puntos en la mesa y sobremesa, específicos lugares de encuentro y reunión y en otros momentos oportunos que se presentan a raíz de situaciones concretas de la vida real o al comentar programas de televisión, artículos de diarios o revistas o películas de cine. Ofrescámosles también oportunidades para que se encuentren en ambientes sanos y alegres.

Lo que los adolescentes esperan escuchar

Cinco mensajes que quieren oír ¿Los pronunciamos alguna vez?

¿De qué hablamos con nuestro hijo adolescente?
Quizá, lo primero que se nos venga a la cabeza sean los gritos a causa de las notas o porque el fin de semana ha llegado más tarde de lo habitual a casa. A veces, intentar comunicarse con un adolescente en crisis es una de las tareas más difíciles.
Si nos descuidamos, nuestra relación puede reducirse peligrosamente a reconvenciones y críticas...
Y, sin embargo, nuestro hijo tiene unas necesidades especiales de comunicación: espera que tomemos la iniciativa.
A lo largo de las siguientes páginas describiremos en detalle los cinco mensajes que la mayoría de los adolescentes - nuestro hijo también - están deseando oír de nuestros labios. Sus necesidades especiales de comunicación requieren de nuestra parte una postura más activa.

ORGULLO
MENSAJE PRIMERO: "Estoy orgulloso de ti".

Con esta frase tan simple, ayudamos a construir la autoestima de nuestro hijo. Es probable que se la digamos cuando consigue algún éxito, pero un adolescente la necesita especialmente cuando falla. Estamos orgullosos de él porque es nuestro hijo... y no hacen falta más motivos. Y, sin embargo, muchos adolescentes de hoy en día pueden no tener la suerte de escuchar este mensaje a menudo.
Deberíamos estar orgullosos de nuestro hijo y reconocerle por lo que es y por los esfuerzos sinceros que hace por mejorar, sin compararle con otros y sin establecer metas arbitrarias como sacar todo sobresaliente, por ejemplo. Sentirse orgulloso de un hijo no debería de los puntos anotados en un partido de baloncesto, por ejemplo, ni de las notas conseguidas.
Puede que resulte difícil estar orgulloso de un hijo cuando toma decisiones equivocadas o cuando falla. Sin embargo, nunca, nunca, debemos permitir que se esfume el cariño. Cuando falle, no diremos: "no llegarás nunca a ninguna parte". Un simple descuido y cuatro o cinco palabras pueden llegar a herirle profundamente. En nuestro hijo adolescente hacen el efecto de: "estoy disgustado contigo como ser humano".

AQUÍ ESTOY
MENSAJE SEGUNDO.

"Puedes acudir a mi para que te haga falta; siempre estaré aquí para escucharte".
Un adolescente da mucha importancia a poder acudir a sus padres cuando existen problemas; aunque exista rebeldía, en los momentos difíciles necesita tener una seguridad: "mis padres están ahí". Sin embargo, si no le prestamos atención cuando lo está pasando mal, le estaremos dando una buena razón para que se las apañe por sí solo y busque consejo y ayuda en otros lugares.
Hay que escucharles, sin querer hablar y pontificar continuamente. Así, dejamos claro a nuestro hijo que: "Eres importante para mi", "me preocupo de las cosas en las que tú estás interesado", "me gusta escuchar tus ideas y opiniones". Escuchar con atención también estimula el deseo de hablar de los hijos. Se construye un ambiente de respeto y afecto mutuo.

COMPRENSIÓN
MENSAJE TERCERO: "Quiero comprenderte"

A veces, es frustrante ser padre. Continuamente oyendo los prejuicios de los quinceañeros que afirman que somos una generación antigua y que no les comprendemos... No hay duda; es difícil comunicarse con los adolescentes.
Muchas veces, cuando nuestro hijo nos acusa de que no le comprendemos es tan sólo una manera de defenderse. Confunde "no comprender" con "no estar de acuerdo", por lo que no hemos de dejar que nos manipule. Si nos acusa de que no le comprendemos, hemos de decir a nuestro hijo que nos ayude: "Quiero comprenderte, cuéntame más, que sientes...".
Si tenemos la sospecha de que lo único que ocurre es que simplemente no estamos de acuerdo con él, podemos repetir lo que nos dice, sus argumentos, sus ideas, hasta que se dé por satisfecho y entonces: "Ves que comprendo lo que quieres decir y por qué; si no es así, quiero llegar a comprenderlo. Pero me parece que nuestro problema no es de falta de comprensión sino de falta de acuerdo".
CONFIANZA
MENSAJE CUARTO: "Confío en ti".

Contar con la confianza de sus padres es importante para un adolescente. "Lo más dañino que me han dicho mis padres en mi vida fue que nunca podrían volver a confiar en mí".
Nuestro hijo necesita que le digamos que nuestra confianza en él se desarrollará gradualmente en la medida que adquiera nuevos conocimientos y experiencias en esas situaciones que requieran la confianza. No podemos pretender que nuestro hijo de quince años conduzca un coche - aparte de que es ilegal - porque no tiene la experiencia necesaria que nos permita confiar en su buen juicio.
Pero hay otra razón por la que nos cuesta tanto a los padres confiar en nuestros hijos. Nos conocemos bien a nosotros mismos y, seguramente, hemos experimentado de primera mano todos los riesgos, situaciones y peligros de esta etapa. Sabemos qué fácil es ceder a las presiones del ambiente cuando no se está preparado. Esto nos previene de dar a nuestros hijos una confianza sin límites.
De hecho, no estaríamos haciendo bien nuestro trabajo de padres si permitimos que nuestros hijos se encuentren en situaciones donde el grado de riesgo es más elevado que su nivel de madurez.

CARIÑO
MENSAJE QUINTO: "Te quiero".

A veces, podemos perder muchas oportunidades de expresar amor y cariño - y de recibirlo - sólo porque no nos lo hemos propuestos como un objetivo consciente. Y, sin embargo, es el mensaje más importante que chicos y chicas quieren oír de sus padres.
El amor es el ingrediente esencial de una familia sana. Un "te quiero", dicho en voz alta y a menudo, nos ayuda a saber quiénes somos y por qué hemos nacido. Cuando un adolescente no está seguro del amor de sus padres, los otros cuatro mensajes anteriores no significan nada. Necesitan que le digan que les quieren y que se lo demuestren. ¿Cómo pueden estar seguros de que les quieren si nunca se lo han dicho? ¿Cómo pueden estar seguros si sus padres nunca pasan el tiempo con él?
La manera de demostrar el amor a un hijo se deletrea con estas letras: T - I - E - M - P - O. Darle regalos, proveerle de comida y ropa, mostrarle cariño de otras maneras está bien, pero también hay que estar dispuesto a perder tiempo con nuestro hijo adolescente: ir de pesca, ir de tiendas juntos...
Relacionarse, comunicarse, cuesta trabajo. Esto ocurre en el matrimonio, en la amistad... y en la relación entre padres e hijos. Con un adolescente cuesta más, porque crece y gana más independencia constantemente, y por eso puede llegar a frustrarnos. No dejemos que ocurra en nuestra familia.

PARA PENSAR

- ¿Habéis dicho alguna vez a vuestro hijo: "Hijo, ¿sabes que estoy orgulloso de ti, y no me importa nada más?" La palabra orgullo en este contexto se relaciona cercanamente con la de amor. Así, vuestro hijo sabrá que queréis decirle que estáis felices porque él es vuestro hijo.
- Cuando mejoréis vuestro modo de escuchar, vuestro hijo también aprenderá a escuchar mejor. Imaginad el impacto positivo que tendrá en la calidad de la conversación en vuestro hogar.
- Vuestro hijo adolescente necesita abrir una cuenta personal de autoestima basada en lo que es como persona, no por sus actuaciones diarias. Así, cuando falle, puede retirar de esa cuenta la cantidad necesaria. Si no tiene ese reconocimiento, puede acudir a lugares equivocados en su busca.
- No se trata de decir: "Comprendo exactamente cómo te sientes". Suena a querer desmarcarse de sus sentimientos y querer buscar una solución rápida al problema.
- Existe el peligro de poner un nivel demasiado alto a los hijos. Si los adolescentes llegan a creer que necesitan sacar todo sobresalientes para que sus padres les acepten, pueden deducir que a sus padres sólo les importa los éxitos... no las personas. Y así, como resultado, no intentarán hacer lo mejor que puedan.
- Es importante que le ayudéis a tener esta distinción clara en la cabeza: se puede aceptar a la persona aunque no se apruebe el comportamiento. Estáis orgullosos de él, porque en vuestro hijo, pero no de lo que ha hecho, dejándole claro que vuestro enfado se refiere sólo a sus acciones, no a él como persona.

... Y ACTUAR

Podemos ser tan despistados, ocupados en tantas cosas intrascendentes, que nos olvidemos de las necesidades comunicativas de nuestros hijos. Si disponemos de una agenda de trabajo, o un calendario que veamos todos los días, podemos hacer alguna señal para recordar: "Ojo, en esta semana no he hablado con mi hijo ni una sola vez".

La juventud hoy





Actualmente la juventud ha pasado a un primer plano. Su poder e influencia es mucho mayor hoy que hace unos años. Los jóvenes constituyen sin duda un sector sobresaliente dentro de la comunidad.

Asistimos a una "juvenilización" de la sociedad. Los jóvenes imponen sus formas de hablar, modas, gustos, aficiones... en la sociedad.

Factores que explican la actualidad de los jóvenes


- Uno de ellos, es el poder económico de los jóvenes. Son los principales consumidores de ciertos productos. Su poder económico se ha hecho más manifiesto porque gastan el dinero en artículos muy llamativos, y su consumo tiende a concentrarse en determinados sectores del mercado.

- Las demandas de los jóvenes se han hecho importantes dentro de la sociedad y sus actividades son difundidas por los medios de comunicación de masas: la prensa, la radio y la T.V. tienden a crear mitologías de la juventud. Divulgan la imagen del "joven típico" y los que no se ajustan a ella empiezan a notar que es como si les faltase algo.

Los adultos pueden reaccionar ante esto con una mezcla de aturdimiento, desdén o envidia.

- Otro de los motivos de este auge se debe a la aceleración del desarrollo psicofísico. Las niñas se hacen mujeres antes, los chicos alcanzan la madurez física antes. Los problemas sexuales, religiosos, políticos, sociales, familiares..., etc., aparecen también antes que en eras históricas anteriores.

- Los jóvenes se encuentran cada vez más capacitados para adaptarse al mundo en que viven, hoy se lee más, se estudia más que en los tiempos de nuestros padres. Resulta evidente el número de jóvenes que frecuenta las escuelas, colegios, institutos, escuelas técnicas, centros de artes y oficios, universidades... etc. Se crea un gran sentido comunitario y una sensibilidad nueva para sentir la injusticia social.

- Los jóvenes se hallan en condiciones más ventajosas que el hombre maduro o anciano que tienen ya hechas sus vidas. El cambio rápido, el progreso y las novedades son asimiladas más pronto por los jóvenes.

- El mismo incremento de la población juvenil -en nuestro país existen 13 millones de personas menores de 25 años, o sea casi el 45% de la población total- acarrea problemas de falta de puestos de trabajo, falta de espacio en escuelas y universidades y ello crea a veces problemas y actitudes agresivas.

- Junto a ello, hay que destacar el importante papel que va teniendo la mujer en la vida social y cultural. De ser solamente novia, esposa, ha pasado a ser compañera, amiga y miembro del mismo equipo de trabajo o estudio. En las escuelas, fábricas, oficinas, comercios, universidades... la mujer está muchas veces luchando por equipararse al hombre, teniendo el mismo papel, similares necesidades y las mismas metas que el hombre.

Hay una mayor relación entre chicos y chicas, y esto hace que esas relaciones se produzcan en un clima de mayor naturalidad y exento de los prejuicios y tabúes de otras épocas.

Todos estos factores y muchos otros han de tenerse en cuenta para conocer y comprender a los jóvenes. De ahí que solamente un enfoque pluridimensional sea válido para un conocimiento más exacto de cómo son los jóvenes actuales.

jueves, 21 de mayo de 2009

La rebeldía de los adolescentes

La rebeldía de los adolescentes

Cuando llega la adolescencia se produce un cambio en la relación con nuestros hijos. Empezamos a notar una transformación en su carácter y su comportamiento cada vez es más rebelde. Nos cuestionan todo lo que decimos, disminuyen la comunicación con nosotros, nos dan contestaciones cortantes y nos responden con monosílabos. ¿Qué podemos hacer los padres para disminuir los comportamientos rebeldes?


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¿Qué es la rebeldía?

La rebeldía es una característica propia de los adolescentes que se pone de manifiesto en sus actitudes de diferentes maneras; protestando constantemente, oponiéndose a las normas o a lo establecido, desobedeciendo por sistema y enfrentándose con frecuencia a los padres, tutores y profesores.
El comportamiento rebelde de los adolescentes

El comportamiento rebelde de los adolescentes es la consecuencia de la búsqueda de independencia. Necesitan distanciarse de la relación de dependencia y protección que han tenido con sus padres para adentrarse en el mundo adulto y encontrar su identidad personal.
Lograrlo es un proceso que presenta muchas dificultades y su principal problema son los padres y su propio carácter. En cuanto a sus padres se producen discusiones continuas y desacuerdos con ellos. Se siente frustrado e insatisfecho por como les tratan y le exaspera el comportamiento que tienen hacia él.
El adolescente intenta que sus padres cambien de actitud hacia él, se está haciendo mayor y necesita más libertad. La mayoría de las discusiones surgen en torno a los nuevos privilegios que él desea adquirir como ampliar el horario de salida, libertad en la elección de la ropa y del peinado, una moto o las llaves del coche, etc.
Con respecto a su carácter se encuentra bastante desorientado por los cambios que está sufriendo. Además de los fisiológicos, también se producen cambios en su forma de pensar y de sentir, experimenta sensaciones nuevas y formas de ver las cosas diferentes. Todo es nuevo y desconcertante para él.
Como consecuencia de estos cambios, es frecuente que pierda el control sobre sus emociones y no sepa como reaccionar ante situaciones que no entiende ni puede controlar. Se revela ante todo lo que considera injusto. Rechaza reglas y normas que él no considera lógicas o le parecen absurdas, ya sean sociales o familiares, y se niega a cumplirlas.
Está elaborando su propio criterio ante todo lo que le rodea, necesita tiempo y paciencia para tener autodominio y abandonar su actitud rebelde.
¿Qué pueden hacer los padres?

La adolescencia es una etapa en la que las relaciones con los hijos se hacen más complejas. Veamos a continuación una serie de sugerencias que pueden ayudarnos en este periodo tan difícil a tener una mejor relación con nuestros hijos y evitar, en la medida de lo posible, ese comportamiento rebelde:
- Ser críticos sólo en lo esencial. No podemos juzgar ni criticar aquellos aspectos de nuestro hijo que no sean realmente importantes. Es mejor no reprenderle en cuanto su modo de vestir, de hablar, el tipo de música que escucha o su forma de peinarse. No son temas esenciales en su educación, pero para él son de gran importancia porque es una forma de identificarse con su grupo de amigos.
Debemos corregirlos en temas realmente importantes como el respeto a los demás, la violencia, el alcohol, cumplir con sus responsabilidades, etc. Si le corregimos o criticamos todos los aspectos en los que no estamos de acuerdo con él, sólo lograríamos estar en continua discusión y no nos escucharía en cuestiones fundamentales.
- No cuestionarse su estado de ánimo. El adolescente está experimentando emociones y sentimientos nuevos. Es fácil que pase de un estado eufórico a otro depresivo o malhumorado. Estas variedades de su estado de ánimo son comunes, lo mejor es no darle excesiva importancia. También es frecuente observar en él comportamientos perezosos o de absoluta desgana en todo lo que realiza. Para corregir esta conducta lo más adecuado será hacerlo a través del ejemplo y con el refuerzo de sus comportamientos positivos.
- Darles responsabilidades. Los padres tienen que dejar de estar siempre encima de su hijo, tienen que asumir que ha crecido y empezar a tratarle de diferente manera a como lo hacía en la infancia. Es más aconsejable dar responsabilidades y luego pedirles cuentas, que tenerlos sobreprotegidos y no permitirles que se relacionen socialmente.
- Intentar mantener una buena comunicación. Desde la infancia los padres han de tener con sus hijos una relación basada en la confianza y el respeto. Debemos procurar tener conversaciones y momentos divertidos con nuestros hijos, buscar ocasiones para hacer actividades con ellos y disfrutar del tiempo que pasamos juntos. De esta forma, cuando llegue la adolescencia, será más fácil entendernos con ellos y se podrán evitar muchos comportamientos rebeldes tan característicos del adolescente, que a veces son consecuencia de una falta de entendimiento con los padres.
- Escuchar con atención. Siempre debemos escucharles con atención, esperando a que finalice para intervenir y no ridiculizar ni menospreciar lo que dice.

¿Qué es la adolescencia?


¿Qué es la adolescencia?

La tarea más importante de la adolescencia es aprender a ser tu mismo y crear tu propia identidad. Durante los años de la pubertad y la adolescencia, tendrás que aprender a asumir decisiones propias, nuevos compromisos y, en definitiva, ganar experiencia e, con ella, más independencia.
A los 18 años se considera que se es adult@. Los años de adolescencia te permiten unos años de aprendizaje bajo la protección de la familia que te ayudará a afrontar ser mayor de edad con seguridad, confianza y solidez.
Te será difícil para ti (y también para tus padres) encontrar el equilibrio entre la dependencia que tienes y la independencia que deseas. A veces buscarás la ayuda y los consejos de tus padres, otras veces sentirás la necesidad de volar libre, y que te dejen en paz. Esto podrá generar conflictos con tus padres.
Algunos padres de adolescentes temen dar demasiado libertad, siguen imponiendo sus reglas sin dialogo ("mientras vivas bajo este techo...."), hablan sin escuchar y pretenden retrasar el día en que tengas plena independencia.
Otros no tienen tiempo ni ganas de broncas y peleas, y dejan a sus adolescentes más a su aire, a hacer más o menos lo que quieran, y que les cuenten lo menos posible (ojos que no ven, corazon que no siente).
Lo ideal para ti es que tus padres no lleguen a ninguno de estos dos extremos, pero para eso tendrás que esforzarte en no cerrar las vías de comunicación con ellos y en tener paciencia en el momento de explicarles qué quieres hacer, cómo te sientes, dónde vas... La adolescencia es la epoca en la vida de los seres humanos cuando posiblemente uno tiene menos gantas de comunicar con la gente de otra generación (mayor or menor), pero paradójicamente, cuánto más te esfuerces en este sentido, más puertas se te abrirán.

jueves, 14 de mayo de 2009

Como iniciar y llevar un noviazgo sano



-Esperar el momento oportuno: sin prisas vive y goza tu juventud. Aprende un poco de la vida, asi cuando te cases, ya cuentes con más experiencia y vayas más seguro de lo que quieres.


-Si te has enamorado de alguien, quiérelo por lo que es, no por lo que quieres que sea. Aprende a ver sus cualidades y sus limitaciones. Como tú, tiene cosas buenas y malas.


-El noviazgo no es igual a sexo: el amor verdadero no busca excusas para usar el sexo lo más posible. El auténtico cariño no pretende su placer egoísta, sino piensa más en servir a la persona amada con el esfuerzo que sea necesario.Un buen noviazgo permite, claro que sí, besos y abrazos hechos con mucho respeto y delicadeza. ¡Suficiente! No es necesario avanzar más.
Muchos novios creen que se aman porque se entienden sexualmente. Entenderse sexualmente no significa amor.


Los noviazgos que solo buscan el placer sexual, están basados en los atributos físicos; la pareja siempre quiere estar a solas y propiciar momentos en donde se desate la pasión; no encuentran gusto en platicar o realizar actividades juntos que no sean besos, abrazos y además, se trata de relaciones en donde siempre hay celos y un deseo de controlar a la otra persona. Este tipo de noviazgo es posesivo, que no permite la libertad ni te dejará ser tu mismo.


-Compartir con la pareja: desde luego que es bueno que los novios tenga momentos a solas donde puedan platicar libremente acerca de ellos y sus sentimientos, pero tambiés en necesario tener muchas actividades en común con otras personas, como grupos de amigos y familia.

-Respeto de la libertad de cada uno:en el período del noviazgo nadie tiene derecho a meterse en la vida de la otra persona y presionarla a que decida una u otra cosa que tenga que ver con su vida familiar, sus estudios, sus metas o sus gustos. Debe haber un gran respeto a la privacidad de la otra persona. Ninguno es posesión del otro, cada uno es dueño solamente de sí mismo. Por lo tanto, cada uno debe aceptar que hay fronteras que no deben traspasar.


-Conocer a la pareja: nadie ama lo que no conoce, entonces en el noviazgo hay que aprender a escuchar, dialogar mucho, comprender que la otra persona es diferente a ti y que para conocerla tiene que pasar algún tiempo.Es importantísimo también conocer a la familia de la otra persona porque cada persona está condicionada por su ambiente familiar.


-Fidelidad:en el noviazgo tiene que existir fidelidad, porque es la escuela para el matrimonio. Si de novios uno, otro o ambos son infieles, seguramente en el matrimonio será peor, si es que se llega a esa etapa.


-Que halla sinceridad:la sinceridad total es muy importante en el noviazgo. Si después de un tiempo te das cuenta de que no te conviene la persona que es tu novio o novia, que no te llena, que no es para ti, que no son el uno para el otro, debes ser totalmente sincero y decírselo antes que sea demasiado tarde.


-Hay que ser realistas: no se dejen llevar por las ilusiones. El enamoramiento que se vive en el noviazgo hace que veamos solamente las virtudes y además aumentadas del otro, sin embargo hay que estar concientes de que también hay defectos, y ambas cosas son parte integral de su personalidad, que no se olvide poner los pies sobre la tierra.


- No te relaciones con personas enfermas:el equilibrio emocional y mental es importantísimo en cualquier relación.No debes comprometerte ni casarte con una persona que tenga enfermedad mental grave, tal como psicosis o esquizofrenia.Tampoco te debes comprometer ni menos casarte con una persona que tenga una adicción muy pronunciada, como el consumo habitual de alcohol o drogas, porque ese hábito también empeora, a menos que esté dando pruebas clarísimas de rehabilitación y tú veas una disposición firme y sincera a dejar el vicio del licor o la droga.


-Deben tener metas comunes:ambos deben coincidir en principios fundamentales como son el respeto a la vida, el valor de la justicia, el amor, la fidelidad, el respeto a la dignidad humana y los valores morales.


-El respeto por sus ideas y opiniones:se trata de respetar todo aquello que sea bueno, aunque no coincida con tus ideas o gustos. Nadie tiene derecho a cambiar la forma de pensar del otro.


-Cuando tengan problemas o dificultades en el noviazgo, busquen la orientación y el consejo adecuado. Pueden confiar en un sacerdote, sus padres o alguien de confianza.
 

Creadores del Blog

Damaris Marisela Núñez

Yahaira Tobar Peña

Boris Alexis Quintana

Estudiantes del Centro Cultural Salvadoreño Americano