jueves, 21 de mayo de 2009

La rebeldía de los adolescentes

La rebeldía de los adolescentes

Cuando llega la adolescencia se produce un cambio en la relación con nuestros hijos. Empezamos a notar una transformación en su carácter y su comportamiento cada vez es más rebelde. Nos cuestionan todo lo que decimos, disminuyen la comunicación con nosotros, nos dan contestaciones cortantes y nos responden con monosílabos. ¿Qué podemos hacer los padres para disminuir los comportamientos rebeldes?


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¿Qué es la rebeldía?

La rebeldía es una característica propia de los adolescentes que se pone de manifiesto en sus actitudes de diferentes maneras; protestando constantemente, oponiéndose a las normas o a lo establecido, desobedeciendo por sistema y enfrentándose con frecuencia a los padres, tutores y profesores.
El comportamiento rebelde de los adolescentes

El comportamiento rebelde de los adolescentes es la consecuencia de la búsqueda de independencia. Necesitan distanciarse de la relación de dependencia y protección que han tenido con sus padres para adentrarse en el mundo adulto y encontrar su identidad personal.
Lograrlo es un proceso que presenta muchas dificultades y su principal problema son los padres y su propio carácter. En cuanto a sus padres se producen discusiones continuas y desacuerdos con ellos. Se siente frustrado e insatisfecho por como les tratan y le exaspera el comportamiento que tienen hacia él.
El adolescente intenta que sus padres cambien de actitud hacia él, se está haciendo mayor y necesita más libertad. La mayoría de las discusiones surgen en torno a los nuevos privilegios que él desea adquirir como ampliar el horario de salida, libertad en la elección de la ropa y del peinado, una moto o las llaves del coche, etc.
Con respecto a su carácter se encuentra bastante desorientado por los cambios que está sufriendo. Además de los fisiológicos, también se producen cambios en su forma de pensar y de sentir, experimenta sensaciones nuevas y formas de ver las cosas diferentes. Todo es nuevo y desconcertante para él.
Como consecuencia de estos cambios, es frecuente que pierda el control sobre sus emociones y no sepa como reaccionar ante situaciones que no entiende ni puede controlar. Se revela ante todo lo que considera injusto. Rechaza reglas y normas que él no considera lógicas o le parecen absurdas, ya sean sociales o familiares, y se niega a cumplirlas.
Está elaborando su propio criterio ante todo lo que le rodea, necesita tiempo y paciencia para tener autodominio y abandonar su actitud rebelde.
¿Qué pueden hacer los padres?

La adolescencia es una etapa en la que las relaciones con los hijos se hacen más complejas. Veamos a continuación una serie de sugerencias que pueden ayudarnos en este periodo tan difícil a tener una mejor relación con nuestros hijos y evitar, en la medida de lo posible, ese comportamiento rebelde:
- Ser críticos sólo en lo esencial. No podemos juzgar ni criticar aquellos aspectos de nuestro hijo que no sean realmente importantes. Es mejor no reprenderle en cuanto su modo de vestir, de hablar, el tipo de música que escucha o su forma de peinarse. No son temas esenciales en su educación, pero para él son de gran importancia porque es una forma de identificarse con su grupo de amigos.
Debemos corregirlos en temas realmente importantes como el respeto a los demás, la violencia, el alcohol, cumplir con sus responsabilidades, etc. Si le corregimos o criticamos todos los aspectos en los que no estamos de acuerdo con él, sólo lograríamos estar en continua discusión y no nos escucharía en cuestiones fundamentales.
- No cuestionarse su estado de ánimo. El adolescente está experimentando emociones y sentimientos nuevos. Es fácil que pase de un estado eufórico a otro depresivo o malhumorado. Estas variedades de su estado de ánimo son comunes, lo mejor es no darle excesiva importancia. También es frecuente observar en él comportamientos perezosos o de absoluta desgana en todo lo que realiza. Para corregir esta conducta lo más adecuado será hacerlo a través del ejemplo y con el refuerzo de sus comportamientos positivos.
- Darles responsabilidades. Los padres tienen que dejar de estar siempre encima de su hijo, tienen que asumir que ha crecido y empezar a tratarle de diferente manera a como lo hacía en la infancia. Es más aconsejable dar responsabilidades y luego pedirles cuentas, que tenerlos sobreprotegidos y no permitirles que se relacionen socialmente.
- Intentar mantener una buena comunicación. Desde la infancia los padres han de tener con sus hijos una relación basada en la confianza y el respeto. Debemos procurar tener conversaciones y momentos divertidos con nuestros hijos, buscar ocasiones para hacer actividades con ellos y disfrutar del tiempo que pasamos juntos. De esta forma, cuando llegue la adolescencia, será más fácil entendernos con ellos y se podrán evitar muchos comportamientos rebeldes tan característicos del adolescente, que a veces son consecuencia de una falta de entendimiento con los padres.
- Escuchar con atención. Siempre debemos escucharles con atención, esperando a que finalice para intervenir y no ridiculizar ni menospreciar lo que dice.

¿Qué es la adolescencia?


¿Qué es la adolescencia?

La tarea más importante de la adolescencia es aprender a ser tu mismo y crear tu propia identidad. Durante los años de la pubertad y la adolescencia, tendrás que aprender a asumir decisiones propias, nuevos compromisos y, en definitiva, ganar experiencia e, con ella, más independencia.
A los 18 años se considera que se es adult@. Los años de adolescencia te permiten unos años de aprendizaje bajo la protección de la familia que te ayudará a afrontar ser mayor de edad con seguridad, confianza y solidez.
Te será difícil para ti (y también para tus padres) encontrar el equilibrio entre la dependencia que tienes y la independencia que deseas. A veces buscarás la ayuda y los consejos de tus padres, otras veces sentirás la necesidad de volar libre, y que te dejen en paz. Esto podrá generar conflictos con tus padres.
Algunos padres de adolescentes temen dar demasiado libertad, siguen imponiendo sus reglas sin dialogo ("mientras vivas bajo este techo...."), hablan sin escuchar y pretenden retrasar el día en que tengas plena independencia.
Otros no tienen tiempo ni ganas de broncas y peleas, y dejan a sus adolescentes más a su aire, a hacer más o menos lo que quieran, y que les cuenten lo menos posible (ojos que no ven, corazon que no siente).
Lo ideal para ti es que tus padres no lleguen a ninguno de estos dos extremos, pero para eso tendrás que esforzarte en no cerrar las vías de comunicación con ellos y en tener paciencia en el momento de explicarles qué quieres hacer, cómo te sientes, dónde vas... La adolescencia es la epoca en la vida de los seres humanos cuando posiblemente uno tiene menos gantas de comunicar con la gente de otra generación (mayor or menor), pero paradójicamente, cuánto más te esfuerces en este sentido, más puertas se te abrirán.
 

Creadores del Blog

Damaris Marisela Núñez

Yahaira Tobar Peña

Boris Alexis Quintana

Estudiantes del Centro Cultural Salvadoreño Americano